Ley de atracción
Según la ley de la atracción, una energía emitida de una manera concreta atraerá otra energía idéntica a la proyectada. Es decir, que las fuerzas naturales del orden se fundamentan en un magnetismo que nosotros generamos y proyectamos.
O sea que, según esta creencia, nuestros pensamientos negativos o positivos toman la misma forma en su proyección y, como consecuencia, influencian nuestro entorno. En resumidas cuentas y simplificando esto, podemos decir que nuestra mente y nuestros pensamientos tienen un gran poder que no siempre aprovechamos.
Cabe destacar que la mente humana en torno a esta fuerza del universo carece de fundamento científico como tal; por ello, dependiendo de cómo se plantee, obedece a una idea o leyenda acogida por la sociedad que puede creer o no. Se le llama ley de la atracción precisamente por el supuesto magnetismo que tienen nuestras ideas. Pero, a diferencia de las leyes magnéticas, en este caso, los polos igual son los que se atraen: ideas positivas con sucesos positivos; ideas negativas con acontecimientos negativos.
Así pues, esta ley sostiene que, por ejemplo, si una persona está todo el tiempo pensando en su falta de dinero, atraerá más situaciones de pobreza para su vida. Por el contrario, si se enfoca en ideas de riqueza, eso mismo recibirá. Básicamente, tendremos eso mismo que pensamos.
Nunca dejamos de hablar con nosotros mismos. Ese diálogo interno es el que nos permite integrar y dar sentido a los hechos que acontecen a nuestro alrededor.
Aunque nos puede dar la sensación de que esos pensamientos tal como vienen se van, lo cierto es que existe una interacción entre ellos y nuestras conductas, emociones y reacciones.
Las consecuencias emocionales y comportamentales se activan a partir de esas creencias que surgen en nuestro diálogo interno.
Las personas controlamos, en gran medida, nuestro propio destino sintiendo y actuando conforme a nuestros valores y creencias.
Paso 1: define
Lo primero es empezar a definir qué es lo que quieres. Y, aunque suene fácil, no siempre lo es. Esto se debe a que vivimos en una sociedad dominada por la propaganda, las cuales nos bombardean y nos convencen de que necesitamos ciertos productos o servicios.
¿Alguna vez te pasó que deseaste algo por mucho tiempo y, cuando lo conseguiste, no disfrutaste de esa increíble y enorme satisfacción que pensabas que ibas a sentir? Esto pasa porque a veces creemos que las experiencias o cosas materiales que otros tienen, también nos traerán felicidad, y no siempre es así.
Paso 2: visualiza
Una vez tengas claro lo que quieres, visualízalo, piénsalo e imagínalo con frecuencia. Esto hará que, según la ley de la atracción, obtengas lo que deseas con tanta intensidad. Ten presente que para recibir los beneficios de la atracción debes tener bien claro lo que anhelas.
Para materializar este paso, encuentra un espacio sin distracciones y tranquilo donde puedas relajarte y concentrarte en tus ideas. Luego, cierra los ojos y céntrate en lo que quieres, piensa en los detalles, cómo se siente tenerlo, cómo huele, suena, etc. Permítete sentir la emoción y la gratitud de poseerlo.
Paso 3: Planea
Una meta sin plan de acción, es solo un deseo. Ahora que sabes cómo quieres llegar a sentirte y qué personas, cosas y experiencias te ayudarán a conseguirlo, lo siguiente es definir qué es lo que tienes que hacer para acercarte a ese resultado final.
Esto implica determinar los pasos para llegar a esa meta. Es muy importante que siempre tengas en cuenta que el camino para conseguir tu vida ideal no será fácil, y que además pueden suceder imprevistos que interfieran con tu plan. Por lo tanto, aleja de tu mente expectativas, reformula y busca la forma de llegar al siguiente paso.
Paso 4: repite afirmaciones
A lo largo del día, repite frases positivas cortas sobre ti y lo que quieres para que lo atraigas a tu vida. Estas afirmaciones te ayudarán a cambiar tu manera de pensar, sentir y actuar.
De acuerdo con la ley de la atracción, al repetir afirmaciones positivas le estás diciendo a tu inconsciente que tú puedes y mereces lo que deseas. Además, estarás programando tus creencias para que te ayuden a enfocarte en lo positivo.
Paso 5: enfócate
Más resultados da la disciplina que la motivación. Es probable que muchos días no sientas las ganas para trabajar en tus metas. Cuando te sientas así, tómate tu tiempo, pero no abandones tu plan.