SOBRE MI PROPUESTA TERAPÉUTICA
Durante mi propio proceso de formación, allá y entonces cuando estudiaba psicología, sentía que me faltaba integrar al cuerpo, me ocasionaba cierto desgaste el emprender un espacio terapéutico solamente desde la palabra. A veces la emoción era tan indescriptible que no encontraba las palabras que pudieran alojar todo lo que nos configura como humanidad. Así fui arribando a las terapias expresivas creativas como son: la danza movimiento terapia y el arte Terapia, Aquellas disciplinas me brindaron una puerta de entrada a la emoción que reside en nuestro cuerpo, en la manera en la que nos movemos y desplegamos en la vida diaria.
SOBRE MI PROPUESTA TERAPÉUTICA LO QUE NO PODEMOS VER El movimiento me llevó hacia el concepto de energía, que para mí no es más que aquello que opera de modo invisible pero se hace visible por sus efectos en nuestra materia ( cambios corporales, en gestos, en sensaciones y en maneras de accionar). Empecé a conectarme con esta entrada al cuerpo desde la respiración y por ende desde la meditación: Como una herramienta para poder tomar distancia de las situaciones y adquirir otra perspectiva, * Para despejar el ruido mental y estar más clara en mi sentir , * Para no apurarme tanto y hacerme espacio/tiempo real,para procesar lo que a veces duele tanto que cuesta digerir. Para aprender a confiar en mi, y traerme calma.
LA NOBLEZA DE LAS PLANTAS Conectar con formaciónes vinculadas a lo artístico, me llevo a recordar aquellos saberes populares, al cual todos deberíamos tener acceso: la medicina de las plantas: a través de infusiones, tinturas madres, pomadas, y todo lo que nos brindan tan generosamente. Traernos de vuelta esta medicina, no solamente nos aporta Un montón de beneficios para la salud, también nos posibilita: * Iniciativa para investigar, explorar sobre nuestra propia salud, sin excluir los saberes médicos, los integramos y adquirimos autonomía para tomar decisiones. * canalizar y transformar emociones mediante el contacto con la tierra. * Un acompañamiento a nuestro proceso de manera amable y menos exigente.
SER QUIEN SOY EN EL MUNDO De a poco los hilos se fueron hilvanando, y fui comprendiendo que mi voz es parte de mi cuerpo. Así fue apareciendo el canto, el darme el permiso de despegarme de esta agobiante sensación de querer agradar al otro, para ser un poco más afín a mi. De a poco fue apareciendo la terapia sonora de la mano de los cuencos tibetanos, la posibilidad de restaurar mi energía, de relajarme un poco más ante la tensión y la ansiedad, de conectarme con el recibir, la vulnerabilidad y la entrega. En el sonido encontré, el compañero para abordar las experiencias traumaticas. La parte herida del asunto.
PARA FINALIZAR De esta manera, fui co creando un abordaje propio, donde la palabra se integra con todas estas herramientas. Hablo en primera persona porque el sentirse bien se trata de esto: de compartir nuestra visión, y juntos enriquecerla, potenciarla. No hay un lugar a donde llegar, mientras vivamos el proceso continua y quizás solo se trate de aprender a disfrutarlo.
CON AMOR CECI Gracias
